domingo, 21 de octubre de 2012

Malpica (La Coruña)

Malpica cuenta con molinos hidráulicos. Ello permite poner en relación este topónimo con otros similares repartidos por la geografía española. Malpica de Tajo tenía, en el tiempo de las Relaciones de Felipe II, una parada de molinos de cuatro ruedas en el Tajo, que rendían anualmente 900 fanegas de trigo. Malpica de Arba, en Zaragoza, y Malpica do Tejo, en Portugal, reúnen circunstancias similares. Puede citarse asimismo el molino de viento de Malpique, en Évora; la aceña de Malpique en el partido de Alba de Tormes; el cerro Malpique en Albufeira aludirá a otro molino de viento; un paraje de Malpica, en Piña de Esgueva;[1] en el término había un molino harinero (sobre el río Esgueva), según Madoz. Un molino de Malpica en la sierra de Sevilla pertenecerá a esta misma familia.[2] En todos estos topónimos se advierte un denominador común, la referencia a molinos. Si se confirma esta hipótesis, Malpica y Malpique pertenecen a la categoría folktoponímica, resultante de la petrificación toponímica de una fórmula narrativa, jocosa o satírica perteneciente a la cultura oral. Se trataría pues de una alusión maliciosa a la mala calidad de la molienda: el molino que pica mal el grano es el molino de Malpica.[3] Puede entenderse también como apodo del molinero mediante sintagma inalterable adverbio+verbo. De hecho, se constata el sobrenombre Malpica en Oviedo, 1360: Fernan Iohan del Rosal dicho Malpica.[4] Es preferible, por lo tanto, cifrar en esta fórmula vernácula y popular los topns. Malpica, desechando para la mayoría de ellos la derivación desde un prelatino *mal ‘roca’, término para el que sólo se constatan aplicaciones verosímiles en el Pirineo. En efecto, es altamente improblable la concatenación de dos raíces prerromanas oronímicas (*mal y *pikk-) en tan numerosos lugares, siendo éstos por añadidura a veces insignificantes.[3]





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